Red Socialista Alfredo Palacios
Corriente Unidad Socialista
Partido Socialista
El Partido Socialista cruje por dentro, en las elecciones pasadas tuvo diversas estrategias electorales. Desde ir en un frente en Santa Fe, aliado al Radicalismo en Provincia de Buenos Aires (previa intervención y expulsión de los referentes mayoritarios del distrito), sólos en Ciudad de Buenos Aires, en frentes pero con estrategia propia, como en La Rioja, e incluso, con nuevo partido, como en Santa Cruz.Lo cierto es que se presenta un dificil posicionamiento para el socialismo, en la construcción de un proyecto nacional. Si protege los ropajes republicanos, termina aliado al radicalismo y cercano a las viejas estructuras oligárquicas terratenientes; y si apuesta a una construcción popular, la alianza natural son los movientos sociales y queda cercano al poder de los intendentes y gobernadores, sin tener una hegemonía de cambio y ciudadanización.Las elecciones pasadas dejaron diversos mensajes, algunos más explícitos que otros, o incluso, ciertos resultados se minimizan, como la pérdida electoral del macrismo en la Ciudad de Buenos Aires. En definitiva, las múltiples estrategias electorales tienen que ver con un mozaico político, donde la construcción del socialismo se hace en multiniveles o en diferentes terrenos político electorales, que van desde lo municipal, lo provincial y lo nacional.Quienes propicipamos una Unidad Socialista que impulse un Partido amplio, democrático y participativo, entendemos que debemos profundizar el debate sobre las líneas de acción programáticas en cada unos de los niveles municipales, provinciales y nacional; sencillamente, porque la desestructuración de los partidos políticos, provocaron alianzas cruzadas entre sectores progresistas, populares y democráticos de las distintas identidades políticas y con diferentes articulaciones en cada realidad provincial.Por ende, si no se quiere caer en expulsiones e intervenciones de los distritos, es necesario pensar un Partido que pueda aceptar estrategias diferenciadas en cada nivel, incluso con acuerdos políticos (institucionales, parlamentarios o de gestión) que fortalezcan aquellas políticas que den un constante avance a conquistas sociales.Igualmente, de hecho la construcción del socialismo se da más allá del Partido Socialista, porque como vimos, en Santa Fe, la articulación y gestión de Binner arrojaron un buen resultado a pesar de la derrota; en tanto que en Ciudad de Buenos Aires, si bien por primera vez el socialismo no elige representante local, entraron socialistas en otras listas; en tanto que en otros distritos, socialistas lograron ocupar espacios a través de listas llamadas colectoras o frentes electorales, como el flamante concejal de Chamical, La Rioja.En tal sentido, tenemos el desafío de articular una propuesta que pueda poner al Partido Socialista en un rol histórico en la construcción del socialismo en Argentina. Para ello, tenemos que impulsar la reactivación de sus espacios de deliberación, de sus ámbitos de participatición y de sus mecanismos de decisión democráticas, para poder fortalecer un proyecto que, como señalamos, no va a ser uniforme y homogéneo, sino por el contrario, tendrá una diversidad que deberá orientarse garantizar en distintos niveles, la defensa de la economía social, el avance de los derechos, la participación ciudadana y el latinoamericanismo. Sólo así, el Partido Socialista será constructor del socialismo en nuestro país.
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